El masaje facial es un arte que data de hace siglos y tiene sus raíces en China, México, Francia y Suecia, y cada nación contribuye a dar forma a lo que hoy conocemos como un masaje facial moderno.
Cualquier maquillador o esteticista de primer nivel mostrará manos expertas moviéndose rápidamente, pellizcando, golpeando, moviendo y bombeando la piel, mientras brinda un masaje facial o corporal. Desde celebridades hasta mortales más comunes, se entusiasman con el brillo intenso y el realce significativo que un buen tratamiento facial ofrece a la piel, mientras que, lo que es igual de importante, puede mejorar la circulación sanguínea y su salud en general.
La espalda, el cuello, los hombros y el pecho son áreas muy a menudo descuidadas del cuidado personal de la piel. El masaje de cuerpo completo o parcial, que estimula la circulación sanguínea y elimina toxinas, no solo produce una piel flexible, bien hidratada y brillante, sino que también significa que sus órganos internos funcionarán mucho mejor.
Sentirá menos hinchazón y dolor en las articulaciones y tendrá mucha más energía, así como una mejor postura general del cuerpo. El masaje corporal regular también mejora su función respiratoria, la respiración general y lo ayuda a dormir mucho mejor.
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